Las mulas, esas 'desconocidas'
Sin mulas, ¿cómo entender a las Tropas de Montaña? Una buena parte de la eficacia del cazador de montaña, de su posibilidad de maniobra en un medio tan hostil y de arisca orografía, transportando pertrechos, víveres y armamento, depende de la modesta, recia y siempre necesaria mula. Un "todo terreno" que accede a donde ningún vehículo puede llegar.
Según indica el Dicionario de la RAE, se entiende por mula a la "hija de asno y yegua o de caballo y burra. Es casi siempre estéril". Huelga decir que burro y asno son dos nombres para el mismo animal. Sin embargo, en lo que no afina tanto el Diccionario es en la diferenciación entre la mula propiamente dicha (cruce de burro con yegua) y el burdégano (cruce de caballo con burra). Éste último, que apenas hereda rasgos del caballo, manteniendo el escaso alzado de la burra, es raramente utilizado.
La mula recibe como herencia la cabeza gruesa y corta, las orejas y las pezuñas del burro; pero también la altura y algo del porte del caballo. 'La mula combina las mejores cualidades de sus padres: posee la sobriedad, paciencia, resistencia y paso seguro del asno; el vigor, fuerza y valor del caballo. Sus pezuñas son más duras que las de los caballos. Demuestran una resistencia natural a muchas enfermedades, así como a insectos." (Wikipedia).
Hablamos de mula más que de mulo, por ser aquéllas las más adecuadas para el trabajo. Los machos suelen necesitar, generalmente, ser castrados.
Las mulas, como híbridos que son, resultan prácticamente estériles (los machos lo son completamente), no pudiendo reproducirse de manera viable. Solo se obtienen nuevas mulas por inseminación artificial o... de la manera "tradicional", previo entreno de los progenitores.
Lamentablemente, los "avances" en la mecanización o medios de transporte alternativos, en medios civiles y militares, están forzando su mengua y posible desaparición. Las cuadras quedaron vacías; los cuarteles, abandonados. Desde aquí le rendimos homenaje, pese a sus coces y tozudez. Sin ellas, algo nos habría faltado en el Arapiles. ¿Su aroma? Y mucho más.
